Sareb congela la venta de pisos para ejecutar el traspaso a la inmobiliaria pública.

Sareb paralizará en las próximas semanas su actividad de comercialización de viviendas, tal y como lo han asegurado fuentes del sector a elEconomista.es. Esto afectará de lleno a Hipoges y Anticipa/Aliseda, los servicers que tienen el encargo de desinvertir estos activos que forman parte de la cartera del conocido como banco malo y cuyo mandato termina el próximo mes de agosto.

 

Este freno en las transacciones residenciales se produce en el contexto del futuro traspaso de los activos de Sareb a la nueva empresa pública de vivienda, que se crea sobre las bases de la ya existente Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes).

 

En los próximos días se reunirá el Consejo de Administración de Sareb y se convocará una Junta General de Accionistas para aprobar la paralización de la actividad comercial residencial e iniciar un periodo de análisis en el que se pueda delimitar el perímetro de los activos que se van a traspasar a la nueva entidad pública.

 

Según apuntan las mismas fuentes, no se va a trasladar toda la cartera de viviendas, tal y como se anunció en un principio, ya que estudiarán que inmuebles tienen sentido en un uso de alquiler social, como el que va a darles la empresa pública impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez.

 

«Aunque el grueso de la cartera de Sareb puede ser perfectamente apto para convertirse en vivienda de alquiler social, hay promociones concretas o activos singulares que por su ubicación o tipología, no tendría sentido que se traspasaran a la nueva entidad», explican en el sector.

 

Además, la propia Sareb necesita registrar un volumen mínimo de ingresos para poder mantener en marcha su maquinaria, no solo por la propia supervivencia de las sociedad, que debe cumplir con su mandato hasta noviembre de 2027, también para poder nutrir de más viviendas a la nueva entidad pública. Así, Sareb será la encargada de realizar todas las gestiones previas de cada activo hasta que estén listos para ser traspasados, detallan las mismas fuentes.

 

El freno a la venta de activos residenciales supondrá un impacto, no solo para las cuentas de Sareb, también para el negocio de los servicers encargados de esta labor.

 

En abril de 2022 la sociedad aprobó la adjudicación a Hipoges y a Anticipa-Aliseda de los servicios de gestión y comercialización de una cartera de inmuebles y préstamos por un valor cercano a los 25.300 millones de euros. Del volumen total adjudicado, Hipoges asumió en su momento la gestión y venta de una cartera global de 13.906 millones de euros, de los que 8.077 millones se corresponden con préstamos al promotor impagados, mientras que 5.829 millones son inmuebles residenciales, suelos y activos terciarios a comercializar en el mercado minorista (particulares y empresas). Por su parte, Aliseda-Anticipa asumió la gestión de activos por un valor total de 11.379 millones de euros. De ellos, 6.150 millones son inmuebles de toda tipología y 5.229 millones, préstamos al promotor impagados.

 

El contrato con ambos servicers vence en agosto, por lo que todavía cuentan con cinco meses asegurados de ingresos por comisiones de las ventas, sin embargo, estas se van a ver notablemente reducidas, ya que la principal actividad comercial es la residencial. Por otro lado, se pone en duda la renovación del contrato como tal ya que hasta ahora se daba en parte por hecho que ambos servicers continuarían con el mandato hasta la liquidación de Sareb, prevista para noviembre de 2027. Ahora, en caso de continuar, los contratos deberán redefinirse.

Alba Brualla

MADRID.

Golpe a los servicers

 

La actividad relacionada con el suelo y el desarrollo de proyectos sigue en marcha.

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